Agosto
2021
Para Art-o-Rama 2021 Ramiro Quesada Pons presenta una instalación de gran formato emulando un plató monocromo donde las conexiones con el mundo digital se transmutan a algo analógico. Para ello, toma de la ventana digital y la conexión a las redes que el mundo de la comunicación virtual está trayendo, sus imágenes, algoritmos y referencias. Un viaje que muestra la “realidad” como ciencia ficción. Una araña matriz capaz de canalizar una selección de caprichosas imágenes de Google en un solo punto. Esculturas fabricadas que emulan las posiciones de nuestro cuerpo en reposo frente a las pantallas. Una serie de pinturas monocromáticas de la relación hombre-máquina.
Para “love-letter-for-you.txt.vbs”, Laura Ojeda Bär muestra una serie de obras que, como el gusano informático homónimo, aparecen inesperadamente en diferentes lugares. Está compuesto por 17 óleo sobre paneles de madera, pintado por ambos lados. Por un lado, autoreproduce el rostro alterado de Ojeda Bär una y otra vez como spam en Internet, nublando la vista general de dondequiera que aparezca. Repensar la tradición de la pintura como una ventana al mundo exterior, cada pieza surge agresivamente de la pared y el suelo, de forma que recuerda a los cortes de Lucio Fontana, perforando la superficie pictórica. En la parte posterior de cada panel, se pinta el bastidor dado vuelta (o sea maderas y lienzo) que sostiene la ilusión general donde nada es lo que parece. Esta serie de obras continúa la investigación en la que la artista viene profundizando durante los últimos años con obras híbridas entre pintura y escultura, enfocadas en la batalla continua entre imágenes y objetos.
Por su parte, en la esquina del stand se ubica la obra de Matías Ercole “Historia de un rayo”: un tríptico de gran formato que asoma como un gran ventanal que irrumpe con un plano diagonal en el vértice del composición. Ercole construye sus imágenes mediante la sustracción de la oscuridad, dentro de la tradición del esgrafiado. Emulando las primeras investigaciones fotográficas ya través de estas imágenes misteriosas y oníricas, Ercole descubre otras dimensiones, donde la luz es la que revela formas, distancias y colores. La presencia del cuadro-ventana o ventana pintura en el stand reafirma el vínculo humano con la dimensión ficcional, con el interés de Ercole por el formato del cuadro, muy propio de la pintura, y sus límites. Lo cual está claramente relacionado con la idea de la ventana digital como posibilidad de mirar y entrar en otra dimensión.